
Con frecuencia se utiliza de manera informal el término paranoia con varias acepciones diferentes y no siempre coincidentes. Cuando se dice "estoy cogiendo una paranoia" se puede estar queriendo expresar cosas distintas: "estoy cogiendo un enfado, una manía,... o simplemente un miedo ante un examen". De la misma manera cuando se acusa a otro, en un tono unas veces irónico y otras irritado: "¡eres un paranoico!" se puede estar queriendo decir cosas distintas sobre esa persona. Desde llamarle desconfiado hasta obsesivo, podemos querer decir que es avaro, receloso, precavido o simplemente insinuamos que tiene mal carácter y nos "cae" mal. El sentido, por tanto, que muchas veces damos a la palabra paranoia va a depender de nuestra particular interpretación del término y de la situación en la que nos encontremos en ese momento, inclusive de nuestro estado de ánimo. Sin embargo la paranoia tiene un significado muy concreto en Psiquiatría, que no siempre coincide con el nuestro.
Vamos a intentar acercarnos un poco a este concepto médico de paranoia y a diferenciar el manejo informal o popular que hacemos del término, y que podemos seguir haciendo, de lo que es una verdadera enfermedad mental que, sin ser de las mas frecuentes, tiene una incidencia poblacional significativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario