viernes, 6 de noviembre de 2009

paranoia....


El manual de los trastornos mentales DSM-IV no concidera a la paranoia como una categorización aparte, solo menciona algunos de sus manifestaciones dentro de la categoría de "Trastornos de personalidad" en la cual se enumeran una serie de subcategorías dentro del llamado grupo "A" cuando aparecen manifestaciones que no son exclusivas de una ezquizofrenia o de síntomas psicoticos.

Así se enumera en el grupo "A" el "trastorno paranoide de la personalidad" manifestado por desconfianza en las intenciones de los demás, interpretándolas como maliciosas, por ejemplo por sospechas de que los demás van a aprovecharse de ellos, o les van a hacer daño o a engañar, preocupaciones y dudas por la lealtad o fidelidad. presenta rencores y percibe ataques hacia si mismo que no son aparentes para los demás.

La psiquiatría clásica desconfía de la categoría nosográfica de paranoia, ya que plantea una serie de discusiones, tanto que para algunos autores el considerar la paranoia como una entidad propia es considerado un anacronismo porque la paranoia no se evidencia en un estado puro y aislado, y lo que se daría sería una agrupación de síntomas como si fuera una enfermedad. A tal punto que sus manifestaciones clínicas son observadas en otras afecciones (carácter persecutorio, vivencias de autorreferencia, percepción delirante, desconfianza, grandiosodad, etc.) obligando a la utilización del calificativo de “paranoides” a estas características (como lo hace el manual DSM-IV). El sufijo “oide” significa semejante, por eso se designa como paranoide a la persona que presenta rasgos atenuados que hacen recordar a la psicosis delirante paranoica. En general se trataría de razonamientos aparentemente correctos que refuerzan su convicción pero con premisas falsas.

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